Cuba en 10 días
Habana - Pinar del Río - Trinidad - Cayo Sta. María
Cualquiera que haya visitado Cuba seguro mostrará una sonrisa cada vez que recuerde su estancia en la isla, y es que en ella hay magia. Los paisajes, gentes y tradiciones se descubren a cada paso que das como algo magnífico e inimaginable.
Sin duda, el arte de Cuba es su gente: extrovertida, colorida y apasionada por la vida. Muestran el verdadero significado de "Menos es Más" y llevan al turista a una reflexión interna sobre la celebración de estar vivo.
La revolución que derrocó a Batista lo cambió todo en una isla que pasó de ser un resort vacacional a ser un enclave comunista que jugó un papel capital en la Guerra Fría con la Crisis de los Misiles.
La Habana
El corazón de Cuba
La Habana es, y debe ser, el punto de partida en Cuba para todo turista. Pasear por las calles y ver los edificios, antaño imponentes, tiene una gran belleza.
En la Habana se respira un ajetreo tranquilo, uno se puede sentar en el Malecón y ver pasar a cientos de personas o perderse entre sus calles para encontrar míticos lugares como La Bodeguita o el Hotel Nacional.
ITINERARIO
La Habana se divide en 3 zonas principales: Habana Vieja, Centro Habana y Vedado. El itinerario que proponemos a continuación es de 3 días completos y se visitarán y mostrarán enclaves importantes de cada una de ellas. Las palabras subrayadas contienen links a webs de información y de fotos para ayudar a completar la experiencia.
Día 1:
Una vez asentados, es hora de ponerse en marcha para visitar la ciudad. Nuestro alojamiento se encontraba fuera de la almendra central, con lo que hablamos con la gente de la casa para poder contratar un conductor-guía. Recordemos que los precios en Cuba son muy bajos comparados con los que estamos acostumbrados a ver en Europa.
La visita comienza con la parada en la Plaza de la Revolución, donde resaltan las imágenes del Ché Guevara y del general Cienfuegos (adornadas por sus frases más carismáticas), y el memorial a José Martí (en el centro de la plaza). Desde aquí habrá que desplazarse hasta la Universidad de la Habana, núcleo del sistema educativo del país y donde estudió Fidel Castro, entre otros.
Continuamos hacia el Hotel Nacional, recomendamos hacer el trayecto a pie (son unos 20 minutos andando) para poder tomarle el pulso a la ciudad en vivo, no a través del coche. Este hotel es un emblema de la isla, y por él han pasado las caras más reconocibles de Cuba, Sudamérica y del mundo entero (Sinatra, Eduardo VIII, Marlon Brando...). Además de poder descansar en los amplios corredores y recepción, podemos visitar la placa de la fundación de la IATA y pasear por los jardínes, antaño bastión de defensa de las costas que podemos identificar por los cañones todavía presentes.
Como explicamos en la sección de Comidas y Restaurantes, se puede comer en un paladar que esté por la zona, o en algún restaurante por la zona.
Por la tarde caminaremos por el malecón en sentido Oeste, hasta encontrarnos con la Avenida de los Presidentes. Durante el paseo en el malecón el viajero se encuentra con una vía muy auténtica de Cuba, donde la gente se reúne a hablar, ver caer el Sol y beber o bailar.
Para la cena, se puede cenar en el restaurante de la última planta del Edificio Focsa, hablar con las personas de vuestro alojamiento (si os quedáis en casas particulares) o buscar un paladar interesante por la zona.
Como visita opcional tenemos las siguientes alternativas:
- Necrópolis de Cristóbal Colón: Cercana a la Plaza de la Revolución y de gran interés cultural.
- Edificio Focsa: Con 121 metros de altura, este edificio fue construido sin necesidad de grúas en 28 meses, una obra de ingeniería destacable. Desde la última planta, en el restaurante La Torre se puede comer o tomar algo con vistas a toda la ciudad.
Día 2:
Tras un buen desayuno, nos ponemos en marcha para el segundo día en La Habana. Hoy nos centraremos en la zona de La Habana Vieja. Esta zona ha recibido una mayor inversión de capital por parte del estado y, manteniendo su esencia, se ha renovado enormemente.
Iniciamos la marcha en La Catedral de San Cristóbal de La Habana, cuya fachada fue diseñada por el famoso arquitecto italiano Borromini. Por si no os disteis cuenta el día anterior, es curioso ver que los carteles que señalizan calles y lugares destacados dentro de la ciudad, son los mismos que en España. Desde la Catedral haremos una parada en uno de los sitios más famosos de la Habana, La Bodeguita Del Medio, donde podréis degustar la especialidad de la casa, la bebida número 1 de Cuba y favorita de Hemingway y otras muchas celebridades, el Mojito. El precio del Mojito en este local es mayor comparado con otros de la zona, pero cuenta con la magia de quién lo tomó, quién pisó ese mismo suelo y quién se apoyó en la barra viendo al camarero llevar a cabo el proceso de fabricación.
Tras este refresante descanso, continuamos andando hacia la Plaza de la Catedral, donde contamos con la mayor exposición de arte barroco cubano en forma de los edificios que la rodean y llegamos hasta el Palacio de los Marqueses de Aguas Claras, cuyo patio interior, de estilo andaluz, da nombre al restaurante que hoy aloja "El Patio".
Y no podíamos seguir sin pasar por la famosa Calle Mercaderes, donde se agolpan puestos de recuerdos de todo tipo y hábiles vendedores que intentarán que os llevéis todos los productos que os quepan. Allí además podréis encontrar museos y la estatua de Simón Bolívar. También es interesante visitar la Calle Obispo, donde el turista se puede resguardar del Sol y disfrutar de un paseo más agradable. Entre ambas calles encontraremos el Hotel Ambos Mundos, primera residencia de Hemingway en Cuba.
Para la comida recomendamos, como siempre, acudir a un Paladar. Para las recomendaciones de dónde comer, se puede acceder a nuestra sección Comidas y Restaurantes.
La tarde continúa con la visita a la fortificación colonial española en pie de mayor antigüedad de todas las Américas, el Castillo de la Real Fuerza. En él encontraremos la 'Giraldilla', una veleta de bronce que guarda una bonita historia de amor.
Finalmente, acabamos el día con un paseo en la Plaza de Armas, la más antigua de las 4 plazas de la Habana Vieja y donde se celebra un interesante mercadillo de libros usados.
Como visita opcional tenemos las siguientes alternativas:
- Visita a la Cámara Oscura.
- Visita al Planetario.
Día 3:
Y llegamos a nuestro último día en La Habana. Hoy combinaremos parte de Centro Habana con elementos de La Habana Vieja que no visitamos el día anterior.
Comenzamos la mañana con una visita especial, diferente. Vamos a adentrarnos en el arte urbano cubano a través del Callejón de Hamel, un lugar que te transporta con sus murales, obras y esculturas a una realidad distinta, donde todo combina y armoniza, donde frases sueltas pintadas en paredes dicen más que párrafos enteros.
Desplazándonos un poco, andando por la Calle Neptuno (26 min) o subiendo a un taxi, encontramos el Capitolio Nacional, este emblemático edificio que recuerda al Capitolio estadounidense, si bien este cuenta con 1 metro más de alto, ancho y largo. Recientemente ha recuperado su carácter político, recogiendo las actividades de la Asamblea Nacional. Paseando por la zona podemos descansar en la recepción del Hotel Plaza, cuyo ático permite ver La Habana desde lo alto, disfrutar del Parque Central, lleno de carruajes de caballos para dar un paseo por la ciudad o incluso visitar la Fábrica de Tabaco Partagás.
Sin embargo, la visita que no podemos perdernos es, de nuevo, un mítico bar-local para el turista en Cuba, "El Floridita", donde reinan los Daiquiris.
"Mi mojito en La Bodeguita y mi Daiquiri Floridita", Ernest Hemingway
Por la tarde la recomendación es la de caminar por el Paseo de Martí hasta el Castillo de San Salvador de la Punta, pasando por los Leones del Prado y el Parque-memorial a los Mártires del 71.
Para cerrar la ultima jornada habanera, no hay mejor forma de despedirse que yendo a ver el cañonazo desde la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña. Para llegar lo mejor es ir en taxi (no se puede cruzar el túnel andando y la vuelta es demasiado larga) o en coche si tenéis trato con la gente de vuestro alojamiento. La ceremonia del cañonazo comienza a las 9 de la noche y representa una suerte de desfile militar colonial que acaba con un disparo de cañón que se siente en TODA la ciudad.
Pinar del Río
Los mogotes os dejarán sin habla
Para comenzar esta parte del viaje es necesario despertarse pronto y alquilar un coche. Nuestra recomendación la podéis encontrar en la sección Otros Consejos.
Se visitará también la zona de Soroa para ver las antiguas plantaciones de arroz y la transformación del campo tras la revolución castrista.
Para conducir hasta aquí tenéis que guiaros con bastante cuidado con los mapas e indicaciones de la gente de la casa o que os hayáis descargado de Google. Recordad que en Cuba no hay señal de GPS.
ITINERARIO
Nos adentramos ya en la parte selvática del viaje. La vegetación de Viñales y Soroa es apabullante, y de un color verde intenso. Durante el viaje nos encontramos con otra realidad de Cuba, la de la gente que hace dedo para ser recogidos y transportados a otro pueblo, la de las carreteras en dudoso estado, la de los carteles propagandísticos...Sin duda, forma parte de lo interesante que es la isla, con todos sus matices.
Día 1:
Como ya hemos indicado, lo mejor es madrugar en el día de hoy y encaminarse hacia Viñales lo antes posible. Si bien las indicaciones nos hablarán de 2-2:30h para llegar, contad siempre con que las distancias en Cuba se agrandan y puede llevaros más tiempo. Además, la señalización no suele ser buena, así que el instinto y un buen dibujo/esquema del camino os serán de gran ayuda. En nuestro alojamientos nos proporcionaron una persona que nos acompañó en la travesía, y nos permitió centrarnos más en el entorno que en los mapas.
Ya con todo listo y en camino, nos centramos en la llegada. La meta es el hotel Los jazmines. No quedarse en este hotel nos parece un error, dado que las vistas desde la habitación son ESPECTACULARES y no tiene un precio desorbitado. Cuenta con piscina para relajarse y descansar.
En caso de querer salir a visitar la ciudad de noche, es necesario utilizar el coche, aunque el trayecto no es en exceso largo.
Día 2:
Una vez concluido el desayuno en el hotel, partimos hacia el Valle de Viñales, donde podremos encontrar en primer lugar la Cueva del Indio, cuya localización está aquí. Estas cuevas destacan por las formaciónes de estalagmitas y estactitas en su interior y cuenta con la posibilidad de hacer un viaje en lancha interior por las aguas subterráneas del río San Vicente. A la salida del recorrido, se ofrece la posibilidad de hacer la vuelta montada en un carruaje tirado por caballos, es una experiencia bonita y muy buena para las fotos.
La comida puede hacerse en el Paladar que se encuentra en la entrada de las Cuevas, o acercarse a Viñales, donde encontraremos sitios tanto en el camino, como en el propio pueblo.
Tras la comida, nuestro siguiente destino es el Mural de la Prehistoria. Situado en pleno Valle, aunque más escorado hacia el Oeste. Consiste en unas pinturas al aire libre realizadas sobre la roca de la montaña replicando las típicas pinturas rupestres. Como anécdota, cabe resaltar que están continuamente haciendo tareas de mantenimiento, puesto que la abundante lluvia en Cuba afecta considerablemente al color y forma de la obra.
Finalmente, para cerrar el día la recomendación es la de bajar a la plaza y tomarse un mojito con la caída del Sol. Con vistas a los coloridos edificios, la música en vivo y a los coches clásicos aparcados en cada lado de la calle, disfrutar del entorno no se hace difícil.
Día 3:
Hoy toca partir hacia Trinidad, con una parada especial por medio en la reserva natural de Soroa. Debéis ir con los bañadores puestos, dado que el circuito empieza con una pequeña ruta hacia una cascada de 22 metros de altura, llamada el Salto del Arcoiris o Salto de Soroa. La ruta es sencilla, cualquiera puede hacerla, y se aconseja zapato cómodo (no chanclas) para evitar tropezar o rasparse con algo. Al llegar al final, se encuentra la cascada con unos baños naturales alrededor a los que acuden tanto gente local como internacional. Para llegar, clica aquí.
De vuelta al coche nos dirigimos a ver la miniciudad de Las Terrazas, un bello complejo turístico rural con multitud de actividades acuáticas y que contiene el primer cafetal del país.
Desde este enclave retomamos la marcha hacia cualquier paladar de la zona para comer y continuar nuestro camino hacia la Habana para tomar la carretera llamada 'Ochovías' en dirección a Trinidad. Para consejos de comida, accede a la sección de Comidas y Restaurantes.
Si bien conducir en Cuba no tiene mayor peligro, sí hay que tener en cuenta que las señalizaciones son pobres, que no hay gps y que puedes encontrar muchos socavones en el asfalto. Además, y para evitar sorpresas, el turista debe evitar conducir de noche (las farolas brillan por su ausencia) y tener en cuenta que la gente camina y vende sus productos por medio del carril, va en bici o en carro tirado por bueyes o incluso pueden decidir dar la vuelta por el arcén del sentido contrario. La carretera es muy disfrutable al ser algo tan pintoresco.
Por el camino la primera gran ciudad, pasada La Habana, será Cienfuegos y a continuación Trinidad. Una vez en Trinidad, y tras un más que merecido descanso, nuestro consejo es el de pasear por la ciudad, viendo más a la gente que lugares concretos que veremos en los siguientes días.
La noche la cerraremos en La Casa de la Trova, donde se puede disfrutar de la mejor música en directo y, de nuevo, con los insuperables precios cubanos.
Trinidad
La ciudad de los mil colores
Si bien decíamos que La Habana es el corazón de Cuba, Trinidad es su ritmo, salero y belleza. Fue, no obstante, la tercera ciudad fundada por los españoles en la Isla.
Recientemente celebrados los 500 años de antigüedad, Trinidad es un compendio de colores, música y gente que vive de puertas para afuera.
Se puede vislumbrar el pueblo a distancia a través de sus tejados rojos y de su suelo adoquinado.
ITINERARIO
Tras haber cubierto la capital y la zona selvática del viaje, volvemos de nuevo a ciudad. Con un ambiente mucho más relajado que el de La Habana, y un aspecto más colonial, Trinidad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988 gracias a su riqueza patrimonial, debida al auge económico pre-revolucionario de la industria del azúcar.
Día 1:
Tras haber disfrutado el día anterior de una primera toma de contacto con la ciudad, hoy el plan es el de hacer una excursión al Cayo Blanco, partiendo de la península de Ancón.
Esta excursión se puede reservar en la web o en los locales de turismo que encontrarás en Trinidad (preguntad a la casera de vuestro alojamiento). Para ayudaros a elegir, contad con que la excursión debería incluir: viaje en catamarán, almuerzo, bebidas en el barco, parada de snórkel, tiempo de baño y paseo en el propio Cayo. Para llegar al punto de salida, puerto Ancón, podéis ir en vuestro coche o en un taxi.
De vuelta en la ciudad y tras un buen descanso en el hotel, nos adentramos de nuevo en la ciudad para subir a la Torre del Campanario del convento de San Francisco de Asís, desde ahí se puede contemplar la ciudad entera y sacar buenas fotos. El precio de subir a la torre es de alrededor de 1 CUC.
A escasos metros de la Torre podemos encontrar la Plaza Mayor, que acoge a la Iglesia de la Santísima Trinidad. Una recomendación que siempre hacemos es la de sentarse en la Plaza a ver pasar a la gente, jugar a los niños, cantar, bailar...es realmente entretenido.
Si tenéis tiempo, también es interesante pasear por las calles sin un rumbo fijo, dejándoos llevar por el instinto a la hora de girar a izquierda y derecha. Descubriréis de esta manera la multitud de colores, la vida hacia el exterior de esta gente y su labia, pues seguramente os tocará hablar con más de uno.
Día 2:
Hoy iniciamos la marcha hacia el Cayo Santa María, al norte de la isla. Para ello primero haremos una parada en el Valle de los Ingenios, siguiendo la ruta que os pegamos aquí.
Recordad llevar impresas, o en el móvil, las rutas que os preparéis, puesto que en Cuba no funciona el gps.
La denominación oficial del Valle de los Ingenios es de Valle de San Luis, y representa el símbolo del auge económico de la industria azucarera del siglo XVIII. Entre los elementos destacados a visitar se encuentran las renovadas haciendas Buena Vista, Delicias, Guáimaro, Manaca-Iznaga y Magua.
Del mismo modo encontramos las torres de campanario, destacando la de Manaca-Iznaga.
Una vez terminada la visita, iniciamos el rumbo hacia el norte siguiendo las indicaciones que os hemos pegado en el link al principio del día. Sabréis que os encontráis en el Cayo cuando empecéis a ver el precioso paisaje que le rodea y crucéis la extensa lengua de tierra rodeada por agua que os lleve hasta vuestro hotel.
El resto de la tarde recomendamos usarlo para descansar, disfrutar del complejo y quitaros el cansancio del viaje de encima.
Puedes encontrar más fotos de nuestra experiencia en Trinidad en nuestra página de Flickr.
Cayo Santa María
Tiempo de relajación
Los cayos cubanos son un elemento característico del paisaje cubano. Todos cuentan con resorts preparados para que el turista se preocupe únicamente de relajarse.
Aquí podréis encontrar gente más internacional, si bien hay huéspedes locales también, y música y entretenimiento a los que estéis más acostumbrados.
Nuestra elección es el Cayo Santa María.
ITINERARIO
Como decía, nuestra recomendación es la de ir al Cayo Santa María por varios motivos. El principal, por su fácil acceso desde Trinidad y hacia La Habana, puesto que para ir a Cayo Guillermo o Cayo Coco es necesario hacer un recorrido mucho mayor.
Días 1 y 2:
En este destino la recomendación es la de disfrutar del ambiente, dejar el coche aparcado y pasear por las playas de arena blanca y agua cristalina, aprovechar las actividades dentro y fuera del complejo, masajes, visita a pie de pueblos cercanos...
Los hoteles suelen ofrecer alternativas de ocio interesantes para evitar cualquier atisbo de aburrimiento que pudiera surgir al turista más inquieto.
Podréis encontrar nuestra recomendación de hoteles en la sección Hoteles de Cuba.
