Tours-Blois-Orléans-Rocamadour-St Jean de Luz

La ruta de los Castillos del Loira no es sólo un viaje de fortificaciones, ruinas y lugares emblemáticos de un tiempo pasado ya olvidado, es un viaje de diferentes texturas y colores, comidas, cultura...dentro del corazón de Francia, y siempre al borde de un punto común: el Loira.

Partiendo desde España y siguiendo el camino del río, con algún desvío que otro, planeamos este viaje que estamos seguros cumplirá con todas vuestras expectativas.

Tours

ITINERARIO

Durante las primeras dos noches del viaje emplearemos Tours como nuestra base de operaciones. Allí aprovecharemos para visitar los castillos cercanos al igual que para descubrir la riqueza cultural y gastronómica de la ciudad.

Día 1:

Si el viaje se inicia desde España, recomendamos hacer una primera parada de descanso en Burdeos. Allí se pueden visitar múltiples localizaciones como el Puente de Piedra, la Place de la Bourse, la Basílica o la Catedral. Además, para los amantes del vino, Burdeos es una parada obligatoria, contando con visitas a bodegas como las del Chateaux Haut-Bréton Larigaudière o del Chateaux La Tour Carnet. 

Una vez llegados a Tours e instalados en el hotel, recomendamos pasear hasta el imponente Ayuntamiento (Hôtel de Ville). A medida que cae la tarde-noche, lo ideal es acercarse a la famosa Place Plumereau, a través de la Rue des Halles y de las numerosas callejuelas de los alrededores, donde también podréis encontrar la Torre de Carlomagno y la Basílica de Saint Martin. La plaza está situada en el corazón del casco viejo de la ciudad, donde podréis encontrar terrazas muy agradables para tomar algo rodeados de las casas típicas de la zona.

Opcionalmente, si tenéis tiempo para ver más cosas, recomendamos que os acerquéis al Castillo de Tours que, si bien no es tan espectacular como los que veréis durante el viaje, si sirve para abrir boca.

Día 2:

Tras un muy buen desayuno, hoy toca visitar el castillo más visitado del valle del Loira: el Castillo de Chenonceau. Allí pasearéis por el suelo ajedrezado del puente y os divertiréis en el pequeño laberinto de los jardines.

De vuelta hacia Tours, no olvidéis parar en Amboise para pasear, es un lugar no excesivamente conocido, pero que tiene mucho que ofrecer.

Ya de vuelta en Tours, la primera visita debe ser a la Catedral. Situada en lo alto de la ciudad, se puede acceder y disfrutar de su interior, que destaca por su luminosidad. A escasos metros podréis encontrar el Museo de Bellas Artes y el Jardín de François Sicard.

Recomendamos completar la tarde con un paseo a orillas del Loira con la caída del Sol.

Blois

ITINERARIO

Continuamos adentrándonos en Francia siguiendo a nuestro guía: el río Loira. En esta ocasión pasando por Blois. 

Día 1:

Hoy iniciamos el viaje desde Tours hasta Blois con una parada especial en el camino, el Castillo de Chaumont-Sur-Loire. La curiosidad arquitectónica de este castillo reside principalmente en que combina a la perfección una función defensiva gótica y ornamentación renacentista. Cuenta hasta con un puente levadizo, muy de cuento de hadas.

Tras maravillarnos con este nuevo castillo, continuamos el viaje hasta llegar a Blois. Esta ciudad, aunque más pequeña, cuenta con un buen número de sitios que visitar, empezando por la Catedral de Saint-Louis. De nuevo en camino, subiendo por la calle Porte Clos Haut nos encontraremos con las famosas Escaleras de Denis Papin, que desembocan en la calle del mismo nombre. 

Nuestra siguiente parada supone subir a la Place du Château, donde nos encontraremos con la inigualable Maison de la Magie y el Museo de Bellas Artes. 

Finalmente, volveremos a la Rue du Denis Papin para llegar al borde del Loira y pasear y cenar por la zona.

Día 2:

Después de un día intenso como ayer, hoy sin duda necesitamos de un buen desayuno que nos cargue las pilas. Y es que en esta jornada nos toca visitar el singular Castillo de Cheverny.

Éste es uno de los favoritos y más conocidos del valle, pues sirvió de modelo a Hergé para configurar el famoso Castillo de Moulinsart del capitán Haddock en Las Aventuras de Tintín. En él no sólo podemos encontrar un interior muy rico en mobiliario de la época, sino que además podemos pasear por sus amplios jardines e incluso hacer una ruta de Tintín.

De nuevo en Blois, no podemos pasar la tarde sin visitar otro castillo, en este caso el propio Castillo de Blois.

Recomendamos de nuevo acercarse a la zona del Loira para cerrar el día.

Orléans

ITINERARIO

Hoy de nuevo nos toca desplazamiento a otra magnífica ciudad francesa cargada de historia: Orléans.  

Día 1:

Antes de arribar a nuestro destino, haremos una parada para visitar las torres del  principal reclamo de los castillos del Renacimiento francés: el Castillo de Chambord. No dejéis de visitar su interior, disfrutar de las sinuosas escaleras y de las vistas desde sus torres.

Continuando el trayecto llegamos finalmente a Orléans. Desde que pones un pie en la ciudad, ya se nota que es diferente a las anteriores. Su historia está intrínsecamente entrelazada con la de Juana de Arco, pudiendo ser visitada su Casa. Sin embargo, el principal reclamo de la ciudad es, sin duda, la Catedral. 

 Si tenéis tiempo y energía, la calle de la République contiene multitud de tiendas en las que poder descansar de tanta historia y darse un capricho...o varios.

Día 2:

Una nueva mañana nos encuentra en el seno de Francia y, como no podía ser de otra manera, nos lleva a visitar de nuevo otro castillo, Sully-Sur-Loire. A diferencia de los castillos que hemos visto hasta ahora, encontraréis que se trata de una edificación mucho más humilde y tradicional, aunque no falta de encanto por otra parte.

Terminada la visita, recomendamos pasear por la zona y disfrutar de los pequeños pueblos de alrededor.

Por la tarde, de nuevo en Orléans, aún queda por disfrutar de lugares como la Place du Martroi y el famoso Hotel Groslot.

Como opciones añadidas para aquellos que aún necesitan más y que son amantes de la arquitectura moderna, es aconsejable ir a ver la Estación de Orléans y el Frac, no os vais a arrepentir.

Rocamadour

ITINERARIO

Salimos de Orléans con destino a Rocamadour, iniciando ya la vuelta de nuestro circuito, pero no os preocupéis, puesto que aún quedan cosas magníficas que ver.

Día 1:

Como ya hiciéramos anteriormente, aprovecharemos el trayecto para visitar un castillo, en este caso el Castillo de Valençay. Aquí habitaron los reyes Borbones mientras Francia invadía la península por obra de Napoleón. Es un Castillo de gran lujo y amplios jardines destinado a servir de lugar de recepción a los dignatarios europeos.

Retomamos el largo camino hasta llegar a Rocamadour. 

Una vez allí, lo primero que se debe hacer es admirar la increíble estampa de la ciudad desde la lejanía. A los fans de El señor de los Anillos les recordará, en cierta medida, a la ciudad de Gondor. 

Sin perder excesivo tiempo, puesto que las tiendas cierran pronto, nuestro consejo es ir a pasear por los recovecos del casco antiguo, que esconden multitud de detalles y sorpresas.

Las edificaciones de importancia dominan el espacio del valle y requieren del viajero que suba los escalones  como tributo. Así encontramos La Gran Escalera, que desemboca en El Santuario. Alcanzado este este punto encontramos la entrada al Camino de la Cruz, un camino aún más elevado y largo que contiene la representación de las estaciones del via crucis de Cristo.

Día 2:

Descansados del esfuerzo del día anterior, iniciamos el día con una visita que nos lleva fuera de Rocamadour, hoy comenzaremos por La Gouffre de Padirac. Se trata de una gran cavidad en el suelo que da lugar a una galería de cuevas, que se pueden recorren andando y en barco-góndola. Totalmente recomendable.

Por la tarde recomendamos descansar y/o aprovechar a recorrer el Camino de la Cruz, subida al Santuario, etc. si no hubiese dado tiempo el día anterior.

De noche, recomendamos acercarse a cenar (habiendo hecho reserva el día anterior) al restaurante Le Belvédère en el que podréis cenar realmente bien y con las mejores vistas del casco antiguo de noche, toda una maravilla.

St Jean de Luz

ITINERARIO

Este último tramo del recorrido es sobretodo recomendable para los viajeros que vuelvan a España. St Jean de Luz es una ciudad muy cercana a la frontera con mucho encanto, aromas del País Vasco francés y un muy buen ambiente.

Día 1:

Si durante el viaje alguien ha echado de menos la playa, no dudéis en dejaros caer por la interminable costa de la Grande Plage. 

Por sus callejuelas encontraréis multitud de tiendas de moda (surfera), de recuerdos o, mayoritariamente, de comida. En St. Jean es donde encontramos los deliciosos macarons en todas sus formas, colores y sabores. Si no los habéis probado, no dudéis en hacerlo, tienen muy bien ganada su fama.

No podéis despediros sin acercaros a la Plaza de Luis XIV, llena de terrazas donde poder relajarse viendo a la gente pasar y al Puerto de St-Jean-de-Luz, con sus típicas barcas  esperando ansiosas un largo día de faena en la mar.

Consejos de Viaje

¡Ideas para disfrutar al máximo de tu ruta!